
“Por ahí viene el abuelo”
El cuerpo se niega a sentirse viejo
su aspecto es bueno,
pero pesan los años.
Mientras fuerte, natura
No quiere confesarlo.
No puede creer,
cuando sube andando
que sienta fatiga
su cuerpo anciano.
“Por ahí viene el abuelo”
Está de vuelta en la vida
por eso viene cansado.
Siente el tirón de la tierra;
por ello viene encorvado.
Manos anchas nervosas
pendientes de largos brazos
como sarmiento en la vid
después del fruto haber dado.
“Por ahí viene el abuelo”
Ya no entra al taller cantando
que hay heridas en el alma
que no se las ve sangrando.
Que a los postres de la vida
por voluntad de los hados
aquella que más quería
la han llevado de su lado.
Aquella fiel compañera
que le servía de báculo
de sostén en la vejez
y de calor en el tálamo.
“Por ahí viene el abuelo”
Esta mañana me ha hablado,
voy a contarte una cosa:
dicen por ahí de mi
que sentimiento no tengo…
¿Qué no tengo sentimientos?
¡Qué saben ellos que tengo!
Llevo una pena en el alma
me va comiendo por dentro.
Que me lleven cuanto antes
solo le pido a los cielos.
Quiero reunirme con ella
y morir sin sufrimientos.
Calla de nuevo el abuelo,
Dando paso al pensamiento
Que el machacar del martillo
Acompaña a ritmo lento
“Por ahí viene el abuelo”
Solo pido al Dios del cielo
Que le conserve la vida
Para tenerlo de ejemplo.
(Jose Antonio Peral)