Hoy os mostramos un álbum de la fotógrafa japonesa Miyoko Ihara que nos encanta a los amantes de los gatos.
La entrañable historia gráfica de una anciana y su gato
Miyoko, de 32 años de edad, se planteó contar con sus fotografías la vida de su abuela Misao, con la que vive en el domicilio familiar. Sin embargo, un hecho casual modificó su idea original cuando una gata callejera tuvo una camada de gatitos en el cobertizo de la casa. Enseguida adoptaron a uno de esos gatitos, al que la abuela llamó Fukumaru (“círculo de la buena fortuna”) con la esperanza de que la llegada de ese gato trajera buena suerte al hogar. Desde entonces se estableció una intensa relación entre la abuela y el gato, que se extiende ya hacia los 10 años, ocho de los cuales ha estado Miyoko documentando con su cámara.
Fukumaru es sordo, y la nieta Miyoko dice que “En parte porque ambos son duros de oído, mi abuela y Fukumaru comparten miradas y sienten la presencia del otro” .
El gato acompaña a la abuela en sus tareas en la huerta y en la casa, viviendo del fruto de la agricultura y en un ambiente tan apacible que cuesta creer que se encuentra limítrofe con la bulliciosa ciudad de Tokyo. En realidad, parte de este contraste entre la vida moderna y las cosas que el dinero no puede comprar es lo que la artista ha querido expresar con esta obra tan personal. Según sus propias palabras: “Cuando observo el modo en que la abuela vive su vida realmente siento que tiene una especie de fuerza que simplemente mi generación no puede igualar. Se levanta con el sol, y se va a la cama con la puesta. Ama a su gato y a los vegetales de su campo como a sus propios hijos. Si sus vegetales van bien ella es feliz. No se tiene que preocupar de asuntos como ‘¿Cuál es el sentido de mi trabajo’. Su modo de vida me lleva de admiración y un poco de envidia”
Con esta colección de fotografías, Miyoko publicó en el 2011 y con 30 años su primer libro “La abuela Misao y el gato Fukumaru
Galería de fotos:
